jueves, 5 de abril de 2012

Faltan espejos

Mal alimentado y... allí estaba con hambre, mal estar... desperté y al principio creí despertar de un sueño y que estaría en mi choza común rodeado de mis más fieles cabezas huecas, mis compañeros de la aldea. Pero esta vez a no fuera que despertara del sueño del sueño... me encontraba en una tumba encerrado. Rápidamente me lo imaginé todo y hasta ahora creo que fue así.

Fui lo suficientemente tonto como para dejarme llevar por el instinto humano y empujar con las pocas fuerzas que me quedaban hacia la tapa de arriba... y hasta ahí recuerdo, después narra la historia que fueron dos soldados quien me reanimaron y fui sacado de allí. Aquellos soldados pertenecían a las fuerzas armadas alemanas... dos jóvenes frívolos y rectos, me llevaron a un edificio muy particular bastante alto... pero para dejarme en la primera planta, rodeado en una habitación de muchas personas, todas con un mismo apesto de rostro blanco, algunos bien vestidos, otros sucios y estropeados y otros que ni estaban, me pregunté por mi apesto exacto en aquellos momentos... ¿a qué grupo pertenecía? ¿los bien vestidos? De donde venía no creo que fuera ese ¿los que estaban pero no estaban? Tampoco porque sabía lo que pensaba... a si que decidí a falta de espejo que mi aspecto sería sucio y malgastado... venía de una aldea y además me acababan de rescatar de una tumba. Pero soy Del Forno y no esperé mucho para abrir aquella puerta de aquella habitación rodeadas de adultos...

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