Pues de sentimientos se ha dicho, después de la salida de un embudo magnifico y lleno de ilusión me encontré con ese gran ladrillo marrón lleno de agujeros y ese habiente que se respiraba de obra, eran como albañiles haciendo un trabajo continuo y pesado. Pues sí, como introducirse en un túnel negro teniendo de frente a un tren que viene hacia a ti me metí en ese gran ladrillo y es que después de tres largos años aguantando trabajo de albañil, me quedaba otro más y además sin mi inspiración del sentido del humor, con ese melón metido en el pecho sin dejarme respirar y con las ganas de salir de allí como prisionero después de haber cumplido con su condena, eso sí con mi aguante de nudo de marinero para poder decir, este año también me lo como yo. Pero todo gracias a la gente que me enseñó a comer. Y bueno ya esto como poco usual en mi, hablando de sentimientos... pero solo por una vez. Seguiré hablando de mi mundo, de vuestro mundo del mundo del vecino del mundo de una tortuga, de el de un ciego... Una crítica en general, porque así pienso yo, así piensa Belver.
( y a quien no le guste, pues que deje de leer y que no lo vuelva a leer más)
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